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¡Cómo pulir los alféizares de las ventanas de mármol sin costo alguno o casi sin costo!

El mármol es, sin duda, uno de los materiales más delicados de tratar, ¡y el de los alféizares de las ventanas no es diferente! Sin embargo, debe ser muy brillante, también porque a menudo se convierte en un estante para fotografías o jarrones, por lo que debe estar muy presentable. Hay un dicho anglosajón que te guiará en esta práctica: ¡”menos es más”! En pocas palabras, no tienes que ir tras tras tras tras otro. Solo se necesitan unos pocos, pero ingredientes naturales específicos, para poder hacerlo brillar. De esta manera, prepararás un detergente especial, que es muy efectivo.

¿Listo? ¡Empezar!

¡Cómo pulir los alféizares de las ventanas de mármol sin costo alguno o casi sin costo!

¡Cómo pulir los alféizares de las ventanas de mármol sin costo alguno o casi sin costo!

Para este prodigioso detergente se necesitan muy pocos ingredientes, todos ellos ya conocidos por nuestras abuelas, las verdaderas expertas en limpieza del hogar.

Por lo tanto, obtenga lo siguiente:

  • 1 cucharada de jabón de Marsella
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • 800 ml de agua

Y ahora manos a la obra: con el jabón de Marsella y el bicarbonato de sodio puedes hacer un producto perfecto para limpiar suavemente superficies como el mármol y la madera, no se rayan, pero tienen poder abrasivo y pulidor.

Si la pastilla de jabón es sólida, ralla la dosis indicada o redúcela a escamas para disolverla al baño maría. Luego, viértelo en el agua y revuelve. Agregue el bicarbonato de sodio, luego transfiera la solución a una botella con atomizador.

¿Has olido ese aroma? Ahora, antes de usarlo sobre el mármol de las ventanas, espolvoree bien el alféizar de la ventana con un paño húmedo, preferiblemente de microfibra.

Toma otro paño de cocina y rocía tu detergente, luego pásalo por toda la superficie.

Enjuague y seque con un paño limpio.

Con este producto, puedes lavar tu mármol a fondo, lo que será inmediatamente expansivo, pero para pulirlo, ¡necesitas un toque extra!

Simplemente equípate con un trozo de lana.

Dóblalo sobre sí mismo y colócalo tal cual en el alféizar de la ventana. En este punto, ejerciendo una presión vigorosa, muévalo hacia adelante y hacia atrás. Será la propia lana la que hará que el alféizar de tu ventana quede reflejado. Gracias a sus propiedades electrostáticas, hará que las superficies se espejen.