Hazlo siempre después de cada uso del horno y ya no tendrás que pasar horas limpiando
Limpiar el horno es una actividad bastante incómoda, pero con un método simple se puede hacer mucho más rápido.
Entre los electrodomésticos más utilizados está, sin duda, el horno , imprescindible para cocinar excelentes platos para disfrutar con la familia y los amigos. Sin embargo, en el último periodo muchas familias han optado por utilizar el horno con mucha más moderación debido a las fuertes subidas de las facturas de la luz y el gas.
Las subidas de los costes energéticos han puesto literalmente de rodillas a muchos hogares, que necesariamente han tenido que hacer recortes y cambiar algunos hábitos consolidados. Entre los muchos cambios puestos en marcha para ahorrar dinero también está un uso menos constante del horno , para poder recibir facturas de luz con cifras no tan astronómicas como las que llegaron en el último período.
Limpiar el horno: este sencillo truco te sorprenderá
Sin embargo, existen soluciones que te permiten utilizar el horno tantas veces como necesites sin gastar demasiado. Entre estas también se encuentra la correcta limpieza de este importante electrodoméstico, que tiende a ensuciarse con mucha facilidad . Limpiar el horno es todo menos una actividad agradable, ya que muy a menudo se necesitan horas para completar el trabajo: basta con descuidar la limpieza durante un tiempo para encontrar el horno lleno de incrustaciones, manchas, migas , etc.
Por eso, el consejo es limpiar el horno con mucha frecuencia, tal vez adoptando algunos pequeños trucos que te permitan limpiar el horno de forma rápida y sencilla. Una buena idea es preparar una solución muy eficaz . Vierta algo menos de 100 ml de vinagre en un recipiente , luego agregue alrededor de un litro de agua hirviendo. Luego metes el recipiente en el horno y lo dejas allí unos 15-20 minutos. Sin embargo, si el horno está muy sucio, es mejor dejarlo mucho más tiempo (incluso 8-10 horas si es necesario).
Una vez transcurrido el tiempo necesario, retira el recipiente del horno y comienza a limpiar el cristal del aparato, teniendo cuidado de utilizar un paño limpio. Ya con el vaso del horno notas como se quita muy bien la suciedad. En ese momento entras, esta vez con una esponja limpia. Para actuar de la mejor manera, especialmente en el caso de paredes demasiado secas, se puede humedecer la esponja con la solución previamente preparada.
Un horno limpio es mucho más efectivo y ahorra dinero
La velocidad de la operación depende de lo sucio que esté el horno. Si no hay demasiadas incrustaciones y manchas, una sola pasada puede ser suficiente ; si la suciedad se resiste, debe realizar algunas pasadas más, evitando cuidadosamente los detergentes y detergentes. Para una mejor limpieza también puedes darle un trapo con el paño al final: lo importante es recordar realizar este trabajo siempre con el horno apagado.
Cuando termines de limpiar el horno, además de la evidente satisfacción de tener el electrodoméstico como nuevo, también puedes estar contento en cuanto al consumo. Un horno bien limpio es decididamente más eficiente que un horno lleno de incrustaciones y manchas, por lo que la cocción será más rápida y eficiente y el consumo disminuirá.