Puede suceder encontrar manchas de óxido en el fregadero o en otras superficies de la casa, especialmente aquellas que están un poco más anticuadas.

Las manchas de óxido son causadas por un proceso de corrosión de los materiales de los que están hechas las superficies. También se conocen como óxido de hierro y aparecen principalmente en metales, polímeros y cerámicas, volviéndose cada vez más oscuros y más difíciles de eliminar con el tiempo.

Aquí hay 3 trucos infalibles para eliminar las manchas de óxido de los fregaderos, grifos y otras superficies de acero inoxidable .

Quitar las manchas de óxido con sal

Es un truco tan sencillo como efectivo. Frote medio limón con sal en el área afectada por el óxido. Para potenciar el efecto de tu maquillaje, deja actuar el limón y la sal unos minutos antes de enjuagar.

Finalmente, frote suavemente con una esponja para eliminar los residuos, limpie con un paño limpio y luego enjuague.

Quitar las manchas de óxido con vinagre

Mezcla tres cucharadas de sal con 120 ml de vinagre y el jugo de un limón hasta que la sal se disuelva por completo.

Vierta la solución en una esponja y frote suavemente sobre las manchas de óxido. Dejar actuar durante 20 minutos, luego enjuagar con abundante agua y secar bien.

Repita el proceso una segunda vez si es necesario.

Quitar las manchas de óxido del acero inoxidable

Además de ser particularmente eficaz contra el óxido en las superficies de acero inoxidable, este método también es útil para limpiar las superficies a fondo y hacerlas brillar.

Mezcle una cucharada de bicarbonato de sodio con una cucharada de agua para formar una solución cremosa.

Aplique la solución sobre las manchas de óxido y déjela actuar durante 10 minutos, luego limpie con un paño de microfibra húmedo y enjuague.